Perfil
Fernando Bissaya Barreto
Fernando Bissaya Barreto nació el 29 de octubre de 1886 en Castanheira de Pera.
Brillante estudiante, se licenció en Filosofía y Medicina en la Universidad de Coimbra.
Republicano convencido, vivió intensamente la huelga académica de 1907 y los movimientos estudiantiles que precedieron a la caída de la monarquía.
Entre 1911 y 1915, fue diputado en la Asamblea Nacional Constituyente por el partido evolucionista, liderado por António José de Almeida.
Regresó a Coimbra y, en 1915, obtuvo el
doctorado en Medicina, iniciando una carrera como catedrático en la Facultad de Medicina, donde ejerció hasta 1956, año de su jubilación.
Destacó como intelectual superior, eminente catedrático, político notable y filántropo.
Bissaya Barreto dejó una profunda huella en la salud pública del centro de Portugal y en la ciudad de Coimbra, dedicándose siempre a la medicina como un verdadero apostolado.
Desde 1927 presidió la Junta General del Distrito, las Juntas Provinciales de Beira Litoral y Coimbra, hasta 1974.
Implementó el concepto de Medicina Social, creando una amplia red de centros de educación, asistencia médico-social y lucha contra los grandes flagelos sociales, en una dimensión sin parangón en Portugal hasta el 25 de abril.
Fundó el Complejo Materno-Infantil (maternidad, guardería, escuela de enfermería, lactarios, consultas externas) y varias unidades en la provincia, como la maternidad de Figueira da Foz, el Hospital Pediátrico de Coimbra, 25 Casas de la Infancia, el Parque Portugal dos Pequenitos, escuelas, colonias de vacaciones y balnearios, institutos para sordos y ciegos, hospitales sanatorios, dispensarios y casas de trabajo.
Destacó en la lucha contra la tuberculosis, con centros de salud, sanatorios y hospitales, y en la asistencia psiquiátrica, creando hospitales y centros de rehabilitación.
En 1956 se jubiló.
Dos años más tarde, fundó la Fundación Bissaya Barreto, dedicada a la promoción de la calidad de vida
en la región central del país, que mantuvo hasta su muerte, en Lisboa, el 16 de septiembre de 1974.
En su testamento, dejó sus bienes a la propia Fundación, que los heredó universalmente.